sábado, 19 de julio de 2008

The End




Erase una vez, en un país lejano un joven príncipe, que vivía en un magnifico castillo; aunque poseía todo cuanto podía desear, este príncipe era caprichoso, egoísta y cruel, una gélida noche de invierno, una vieja mendiga le ofreció una simple rosa, a cambio de cobijo del frío glacial, repugnado por su aspecto repulsivo, el príncipe desdeñó la rosa y se aparto de ella, entonces la anciana le aconsejó que desconfiara de las apariencias, pues la verdadera belleza se encuentra en el interior, pero cuando él volvió a rechazarla, su fealdad pareció disolverse para revelar, la belleza de una hechicera, el príncipe imploró y se confundió en excusas, pero ya era demasiado tarde Ella había visto que su corazón era incapaz de amar!, para castigar al príncipe, le transformó en una horrible bestia, y lanzó sobre el castillo y sus habitantes un potente conjuro, avergonzado de su aspecto monstruoso, la bestia se encerró en el interior de su castillo, con un espejo mágico como única ventana al mundo exterior, la rosa ofrecida por la hechicera era en realidad una rosa encantada, que moriría al cumplir los 21 años, Si aprendía a amar a una joven y lograba su amor antes de la caída del último pétalo, entonces el hechizo se rompería, pero si no estaría condenado a vivir para siempre bajo el aspecto de la bestia, con el paso de los años, lo invadió una profunda desesperación, porque ¿Quién podría algún día llegar a amar a una bestia?.



Yo conseguí amar a la bestia, pero el pétalo cayó antes de que pudiera hacer nada. Porque si la bestia prefiere seguir siendo Bestia en su castillo encantado, ¿qué podría hacer yo?


También es posible que la bestia sea yo, y no haya conseguido que Bella me amara, como posibilidad está ahí, pero yo no tengo castillo, soy capaz de ver la belleza interior de las personas, sin importarme su aspecto, y mi corazón sí es capaz de amar, así que no creo que sea eso.


La cuestión es que Bella ha decidido que es mejor quedarse sola con un palmo de narices y un vacío por dentro, que espera que se pase pronto, porque hay que joderse lo que duele. Un amigo me dijo que es como una campana de Gauss, hay momentos de baja actividad, en los que ni frío ni calor, pero cuando alcanza el máximo...


Que seas feliz Bestia, y que aprendas a amar algún día, y que encuentres a una Bella que te quiera tanto como te he querido yo, aunque eso querido, eso va a ser difícil…


Esto no lo va a leer nadie, cosa que en el fondo me congratula enormemente.


Gherderus.